El reciclaje de vidrio empieza en casa.
Siempre procuro separar la basura orgánica del papel y de los envases de plástico, así como del vidrio. Aunque sé que podría hacer más por este planeta, intento poner mi granito de arena reciclando. Hoy en día existen cubos de basura de todo tipo, tamaños y precios, por lo que no hay excusas para no reciclar.
En mi caso, sólo tengo un cubo con dos compartimentos (uno encima del otro para que ocupe menos espacio en el suelo, ya que tengo un lavadero pequeñito). Uno lo utilizo para la basura orgánica y el otro para envases y plásticos. Para los papeles utilizo cajas de cartón que me entregan con los pedidos que realizo por Internet o bolsas de papel que dan algunas tiendas físicas. Así los almaceno y tiro de un golpe. ¿Y el vidrio? Lo cierto es que no utilizo muchos productos que sean de cristal por lo que, cada vez que se me acababa una colonia o si se me rompía un vaso, guardaba en una bolsita de plástico los cristales y ese mismo día o al siguiente me acercaba a un contenedor verde a tirarlos (y la bolsita al contenedor amarillo).
Pero todo cambió cuando me enseñaron estos mini iglús:
http://www.miniglu.es/ |
En www.ecovidrio.es podrás encontrar información sobre la entidad, la cadena de reciclado del vidrio, descargas gratuitas, concursos... Y desde ahí te animan a colaborar comprando un pequeño contenedor de vidrio para tu hogar. ¡Ni me lo pensé dos veces! Me parece una idea estupenda para fomentar el reciclaje y ayudar en los hogares a almacenar este material. Además, me vino incluida una bolsa plastificada, resistente a los cortes que pueda generar un cristal roto, para que sea más seguro el transporte.
¿Qué os parecen? ¿Qué diseño te comprarías? ¿Sabrías decir cuál compré yo?
Te daré una pista: en esta entrada he escrito una de las frases que aparece en mi mini iglú :)
Shouko.
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