27 de abril de 2018

Sant Jordi i el drac

Este lunes fue el Día Internacional del Libro. No soy una apasionada de la lectura, pero de vez en cuando disfruto de alguna que otra novela. ¡No todo iban a ser mangas!

Cuando era pequeña y vivía en Barcelona, teníamos la suerte de que al llegar del colegio mi madre nos regalaba una rosa a mi hermana y a mí junto a un libro. Era un detalle de lo más bonito. También recuerdo que en el colegio una vez me tocó ser la princesa que el apuesto Sant Jordi debía rescatar del malvado drac. Y era mágico pasear por las calles llenas de rosas repartiendo amor, y de cuentos que rebuscábamos entre los miles de puestos que encontrábamos por el camino.


Pero dejando el pasado a un lado... Ahora que vivo en la otra punta del país donde no existe la tradición de regalar ni rosas ni libros, me puse a rebuscar por mi cuenta y descubrí estos tesoros que me autorregalé:


Una mezcla perfecta de dos de las culturas que me definen: cuentos catalanes que habré leído miles de veces de niña traducidos al japonés para poder mejorar mis estudios. Obviamente están enfocados a niños pequeños, pero me serán muy útil para coger soltura en la lectura del japonés.


Los tres libros están diseñados por Estudio Fénix, traducidos por Maki Fukuhara y publicados por Azake Ediciones. Cada cuento está ilustrado por un autor diferente. Son de tapa dura y llevan cubre portada.


El texto tiene un tamaño y tipografía que lo hace fácil de leer. Además, los kanjis van acompañados del furigana, (ayuda para la lectura japonesa que consiste en caracteres silábicos impresos al lado de un kanji para indicar su pronunciación). Un ejemplo sería:

« kan ji »


Lo que más me gustó es que al final del libro dedican unas páginas para explicar las costumbres y tradiciones relacionadas con el cuento. Así, además de la historia, se aprende cultura. 😊




Pero lo mejor de todo es que este año mi pareja quiso darme un detalle que jamás olvidaré... 😍 ¡El año que viene tendré que regalarle un libro!



Shouko.


13 de abril de 2018

Manualidades: Reciclando caja de vinos

Un día me dieron una antigua caja de vinos, pero me llevé una sorpresa al ver que dentro no contenía ninguna botella sino pinceles y pinturas al óleo. Una vez las gasté, tenía claro que tenía que reciclarla de alguna forma... ¡Y eso hice!


Materiales que he utilizado para la bola de navidad:
  • Caja de madera
  • Pinturas
  • Un pincel y un vaso con agua para limpiarlo
  • Un trapo
  • Cinta de carrocero
  • Papeles decorativos
  • Pegamento



Pasos a seguir:

    1. Limpiar la caja en profundidad. Al ser una caja de madera, el interior presentaba bastante polvo y astillas. Con una aspiradora y una boquilla fina terminada en cepillo, limpiamos el interior de la caja. Con un trapo seco, retiramos el polvo que pudiera tener en el exterior de la caja.


    2. Colocar cinta de carrocero en las zonas que queramos delimitar y cubrir aquellas que no vayamos a pintar (en mi caso, las bisagras y el cerrojo).

    3. Pintar la madera del color deseado. En mi caso, escogí el color rojo para la parte inferior de la caja, a juego con el papel de topitos. Amarillo para la parte superior a juego con el papel de flores. Y negro para la portada, ya que mi intención es escribir un texto. La parte inferior, como es donde se apoyará, no la he pintado.

Detalle de los papeles decorativos
Gracias a la cinta de carrocero, no sería necesario utilizar más que un pincel. Pero esta caja presentaba zonas difíciles de acceder y que requerían un poco más de precisión, por lo que necesité utilizar un pincel un poco más fino.

    4. Medir el interior de la caja y cortar los papeles decorativos del tamaño que corresponda. Con un pegamento, colocar los papeles en el interior de la caja.

Así quedó el interior
Así quedó el exterior

Todavía no tengo claro qué haré con la portada. Quizás dependerá un poco de lo que quiera almacenar dentro. Lo que sí sé, que por eso la pinté de negro, es que quiero escribir un texto en blanco y simular que es una pizarra.


Espero que os haya gustado la manualidad de hoy. ¡Hasta pronto!


Shouko.