En España existe una preciosa mancomunidad llamada Valle del Jerte situada en el extremo nordeste de la provincia de Cáceres, Extremadura, donde se celebra la Fiesta del Cerezo en Flor, famosa por las numerosas visitas que reciben cada año para ver los más de un millón y medio de cerezos en flor que hay repartidos por todo el valle.
Como con cualquier otro tipo de planta, existen diferentes variedades y especies. La única función del cerezo cultivado es la de recolectar su fruto, la cereza. 🍒 Es mi fruta favorita por excelencia.
Estas son algunas de las fotografías que tomé cuando estuve de visita hace unos años:
En el valle se cultivan más de cien variedades de cerezas, con muchos matices de sabor, textura y color. Cada año, produce más de 25 toneladas de todas estas variedades de cerezas. La mayoría son dulces y suelen consumirse frescas, aunque también pueden servir para repostería, mermeladas... Las ácidas suelen usarse en licores tradicionales.
Ahora bien, solo 5 variedades de cerezas llevan el sello de la Denominación de Origen Protegida Cerezas del Jerte. Las más reconocidas son las clasificadas como picotas, con cuatro variedades certificadas: Pico Limón Negro, Ambrunés, Pico Negro y Pico Colorado. Tienen en común un tono rojo oscuro, que a veces llega a ser casi púrpura. Su pulpa es firme y crujiente, aunque el color interior puede ser distinto en cada una de las variedades de cerezas: desde el rojo intenso hasta el color amarillento o crema. Y se diferencian de otros tipos de cereza por recolectarse sin rabito (pedúnculo) y por su sabor y consistencia. Pero dentro de la D.O.P. Cereza del Jerte también se encuentra otra variedad que no entra en la categoría de picotas y que se caracteriza por ser la única con pedúnculo: Navalinda.
Es posible que alguna vez hayas ido al supermercado y te hayas encontrado con cerezas sin rabito y hayas pensado que son picota, pero nada más lejos de la realidad. Las auténticas picotas dejan el pedúnculo en el árbol y cicatrizan en el momento de ser recolectadas, manteniendo su firmeza y tersura. Es una cereza más pequeña (entre 24 y 26 mm) y más sabrosa que el resto de las cerezas. Las Navalinda, en cambio, tienen calibres de 28 mm o incluso 30, 32 o más.
Esto ha hecho que algunos traten de hacer pasar cerezas comunes por picotas, arrancándoles el rabito. Con esa práctica lo que se consigue es dañar la fruta y hacer un pequeño corte que hace que la cereza se estropee antes.
Recuerda: Todas las picotas son cerezas, pero no todas las cerezas son picotas.
Aún así, pueden estar riquísimas. ¡Pero que no te engañen con el precio!
Shouko.
Como con cualquier otro tipo de planta, existen diferentes variedades y especies. La única función del cerezo cultivado es la de recolectar su fruto, la cereza. 🍒 Es mi fruta favorita por excelencia.
Estas son algunas de las fotografías que tomé cuando estuve de visita hace unos años:
En el valle se cultivan más de cien variedades de cerezas, con muchos matices de sabor, textura y color. Cada año, produce más de 25 toneladas de todas estas variedades de cerezas. La mayoría son dulces y suelen consumirse frescas, aunque también pueden servir para repostería, mermeladas... Las ácidas suelen usarse en licores tradicionales.
Ahora bien, solo 5 variedades de cerezas llevan el sello de la Denominación de Origen Protegida Cerezas del Jerte. Las más reconocidas son las clasificadas como picotas, con cuatro variedades certificadas: Pico Limón Negro, Ambrunés, Pico Negro y Pico Colorado. Tienen en común un tono rojo oscuro, que a veces llega a ser casi púrpura. Su pulpa es firme y crujiente, aunque el color interior puede ser distinto en cada una de las variedades de cerezas: desde el rojo intenso hasta el color amarillento o crema. Y se diferencian de otros tipos de cereza por recolectarse sin rabito (pedúnculo) y por su sabor y consistencia. Pero dentro de la D.O.P. Cereza del Jerte también se encuentra otra variedad que no entra en la categoría de picotas y que se caracteriza por ser la única con pedúnculo: Navalinda.
Es posible que alguna vez hayas ido al supermercado y te hayas encontrado con cerezas sin rabito y hayas pensado que son picota, pero nada más lejos de la realidad. Las auténticas picotas dejan el pedúnculo en el árbol y cicatrizan en el momento de ser recolectadas, manteniendo su firmeza y tersura. Es una cereza más pequeña (entre 24 y 26 mm) y más sabrosa que el resto de las cerezas. Las Navalinda, en cambio, tienen calibres de 28 mm o incluso 30, 32 o más.
Esto ha hecho que algunos traten de hacer pasar cerezas comunes por picotas, arrancándoles el rabito. Con esa práctica lo que se consigue es dañar la fruta y hacer un pequeño corte que hace que la cereza se estropee antes.
Recuerda: Todas las picotas son cerezas, pero no todas las cerezas son picotas.
Aún así, pueden estar riquísimas. ¡Pero que no te engañen con el precio!
Shouko.
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