5 de octubre de 2018

De la elíptica a la piscina

Para quienes no me conozcan... Soy una mujer muy, muy, muy vaga. Por suerte, intento comer lo mejor posible; pero la edad no perdona. Últimamente me sentía más fatigada que de costumbre, y todas las articulaciones me crujían con el más simple movimiento.

Hace tiempo me compré una elíptica, a muy buen precio. Pero ahí está la pobre, en la esquina de mi estudio, marginada, sin nadie que le haga caso, cogiendo polvo... ¡No la uso ni de perchero!

Y es que no, se pongan como se pongan, no me gusta hacer ejercicio físico. Odio sudar. A veces intento hacer el esfuerzo, poniéndome videoclips o alguna serie, pero hace bastante ruido y tengo que poner el volumen a tope. 😕Me pregunto si molestaré a los vecinos... Pero inconscientemente, cuando ocurre algo emocionante, me paro para prestar toda mi atención. Soy de esas que, como tenga una pantalla delante, se queda embobada mirándola, hipnotizada por completo.


Pero hoy he dicho: ¡Basta!


Trabajo en una oficina que se encuentra en la primera planta del edificio. Y, como cada día, subí por las escaleras. Pero no había llegado al final y ya me faltaba el aire... ¡Que es solo una planta, jolines!

Eso ha estado muy mal... Pero que muy mal...

No es que esté gorda; tampoco delgada. Pero no es cuestión del físico, es cuestión de salud.


Desde los 4 años y hasta los 17, siempre hice natación por problemas de espalda. Desde entonces, al mudarme, no volví a pisar una piscina porque la tenía aborrecida. A veces me apuntaba a gimnasios y a los dos meses me cansaba. Como teníamos perro en casa, me bastaba con pasear cada vez que tenía que sacarlo a la calle. Al independizarme me compré la elíptica para forzarme a moverme ya que no me gustan los gimnasios, y sin perro no paseaba. Y hubo un tiempo que me lo tomé bastante en serio. Pero llegó el verano, vacaciones, viaje por aquí, playa por allá... Y ahora me cuesta volver a cogerla.

Por eso, me he apuntado a la piscina climatizada municipal de mi ciudad. El pago es por bonos (como las sesiones de depilación láser XD) en lugar de mensualidades. Cuantos más días cojas en el bono, más barato sale el precio por día. Y así, si sudo, ni me doy cuenta porque se mezclará con el agua. Qué asquito, ¿verdad? Jajaja.

En principio me he planteado ir tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes.

Este fin de semana iré de compras... Necesito un bañador, gorro, chanclas (para no ir con las que uso cuando voy a la playa XD) y una bolsa deportiva. Aunque me probé mi antiguo bañador de cuando tenía 17 años y todavía me entra. ¡Que ahora tengo 31! Pero el tiempo ha desgastado mucho las gomas elásticas y el tejido. Y, hombre, un poco apretado me queda, no os voy a mentir... Jajaja.


¿Y la elíptica? Pues seguramente la utilizaré como sustituto a la piscina cuando no pueda ir a ésta.


Espero mantenerme fuerte con mi decisión y hacer grandes progresos para mantenerme hábil y fuerte. Porque lo más importante en esta vida, queridos lectores, es sin duda la salud.


Shouko.


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