3 de junio de 2016

KAKEBO: El método japonés para aprender a ahorrar

Cubierta del libro de cuentas editado por Blackie Books


La palabra kakebo (家計簿) significa literalmente "libro de cuentas para el ahorro doméstico" y está ligada a una mujer llamada Motoko Hani (Japón, 1873-1957). Fue la única niña de su promoción escolar y se convirtió en la primera periodista del país del sol naciente. Fundó una escuela femenina de libre enseñanza que defendía la libertad, identidad, independencia y el autoconocimiento de la mujer, y creó la revista femenina más longeva del país hasta el día de hoy. En ella animaba a las lectoras a llevar un control diario de la economía doméstica, y en 1904 decidió lanzar al mercado el primer kakebo de la historia. Fue tan popular, que a mediados de la década de 1940 se creó la primera federación de libros de cuentas. Actualmente existen kakebos adaptados según el público y la edad.

La editorial Blackie Books publica dos tipos de libros: uno con el calendario del año actual para empezar las cuentas desde el primer día del año y otro con un calendario flexible, sin fechas para que seas tú quien decida cuándo empezar. Ambos se venden por unos 17,90€.

Como iba a utilizarlo ahora, decidí comprarme la edición con calendario flexible.


El libro tiene un grosor de 1 cm y es de tapa blanda, por lo que se maneja muy bien. En las primeras páginas explican qué es el kakebo, un poco de historia, por qué deberías utilizarlo y un "paso a paso" donde además te dan algunos consejos que te facilitarán las cuentas. Por dentro es muy colorido y tiene dos personajes: el cerdito del ahorro y el lobo del gasto.



Es una herramienta muy fácil de utilizar. Has de decidir cuánto quieres ahorrar cada mes, anotar todos los gastos e ingresos, organizar las compras por categorías para examinar los resultados semanalmente y así conseguir ahorrar.

Además, viene con un dietario en forma de pasaporte para que lo lleves siempre contigo y apuntes todos los gastos que realices en tus viajes o durante las largas jornadas fuera de casa. ¡Así podrás pasarlos a limpio en tu kakebo tras tu regreso para que no se te escape ni uno!




¿Qué os parece? ¿Utilizaríais este método para ahorrar?


Shouko.


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